El Juego del Calamar vs. Proyecto Hombre La Rioja
ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO LA RIOJA
El protagonista de El Juego del Calamar es una persona cuya vida es un completo desastre: fracaso como pareja, como padre, como hijo, como trabajador; un apostador compulsivo y desmedido en las apuestas hípicas en Seúl, Corea del Sur, teniendo su diagnóstico de ludopatía asegurado; es la perfecta imagen de un “loser”, un perdedor, alguien que lo ha perdido todo en la vida, y sueña con que, mágicamente, un golpe de suerte con su próxima apuesta lo solucione todo, aunque en ello esté realmente jugándose la propia vida. El Juego del Calamar es un juego de perdedores, que han depositado su esperanza no en recuperar el control de su vida, sino en depositar dicho control en el locus externo de la ganancia “fácil” de una cantidad increíble de dinero. Esta serie retrata una sociedad en decadencia, que abraza la competitividad de un capitalismo salvaje, y que desdibuja la humanidad de la persona y la sustituye por el éxito de tener más y más, aunque ello implique abandonar e incluso traicionar a una pareja, a unos padres o a un hijo, a amigos, un trabajo, etc. Sorprende el debate si es apropiada o no para los niños; viendo solamente un episodio te das cuenta que es una producción exclusivamente para adultos, y, a ser posible, adultos con sentido crítico.
En este Día mundial sin juegos de azar, desde Proyecto Hombre La Rioja, queremos proponer otra historia, otra manera de entender la vida, y, sobre todo, queremos ofrecer esperanza y una salida a todas las personas que están en ese pozo que supone padecer una ludopatía. Y es que, en realidad, tanto esa serie de moda, como muchas personas en nuestra sociedad, plantea el problema del juego como un problema moral: y hay que decirlo alto y claro: detrás de una adicción, incluida la ludopatía, siempre hay una enfermedad y, por lo tanto, una víctima, un drama encarnado en personas con nombres, apellidos e historia detrás. Y tanto esa víctima como su entorno, sufren un deterioro importante en todas las facetas de su vida que les empuja a ir en contra de sus propios valores, de sus raíces y seres queridos (aquí es donde radica gran parte del atractivo de El Juego del Calamar). Frente a esto, la solución no es ahondar en el juego autodestructivo, que tanto morbo nos ofrece en la producción coreana; más bien, la propuesta, desde Proyecto Hombre La Rioja es la contraria: Ofrecemos una salida, ofrecemos recuperar lo mejor de la persona, recuperar el control de la vida. Atacaremos a la adicción con enormes dosis de optimismo, profesionalidad, humanidad y empatía. Lo que la adicción destruye y desdibuja, habrá que reescribirlo tanto para las personas que la sufren como para todos aquellos que les rodean. No cabe duda, estamos asistiendo a un aumento vertiginoso de la problemática del juego de azar, sin duda potenciado por las grandes empresas del juego online, pero también amparado hasta hace bien poco por un legislación muy permisiva que dejaba enormes lagunas y desprotegía al eslabón más débil, nuestros jóvenes. Y aquí si hay un problema moral, en el que todavía caben muchos cambios, incluso reconociendo que las últimas reformas legislativas tanto a nivel autonómico como nacional han supuesto cierto avance positivo.
Frente al pensamiento mágico de “esta vez voy a ganar, no puede seguir mi mala racha” y similares, en P.H. La Rioja ofrecemos certezas y realidades, medios y herramientas, que se convierten en esperanza en las manos y en los corazones de aquellos que necesitan una salida urgente a su problema de adicción. La adicción al juego de azar precisamente se ceba y ataca a las personas con más problemas personales, sociales y laborales, porque son más vulnerables, y sobre todo necesitan ese “cambio” brutal que supone el ganar dinero en una apuesta, en una lotería o en un casino, cuanto menos tienes en la vida, más necesitas de la “suerte”. Por estos colectivos más vulnerables, por todos nuestros jóvenes, seguimos pidiendo una profundización en una legislación que proteja a toda la sociedad de esta enfermedad. En estos tiempos de crisis, no sólo económica y/o sanitaria, sino también crisis de valores, queremos poner en valor la solidaridad que ha dado pie a que ya el pasado 2020 hayamos cumplido 30 años como entidad de referencia para la prevención y el tratamiento de las personas con problemas de adicción, a sus familias y amigos. Profesionales, usuarios y usuarias, voluntarios y voluntarias de P.H. La rioja, frente a El Juego del Calamar, ofrecen desde hace ya 3 décadas, El Juego de la Vida, de recuperar la vida, la propia, la de nuestras familias, nuestros hijos e hijas, nuestros trabajos y el lugar en el mundo que nunca debió perder nadie a causa de una adicción.