El año del Club de las Segundas Oportunidades
Artículo publicado por el Diario La Rioja el 30 de diciembre de 2021. Click aquí
El año 2022 aparece como una hoja en blanco, un capítulo nuevo de la vida que escribiremos, sí o sí, a partir del 1 de enero. Qué nos depare este nuevo año depende, en gran medida, de nosotros mismos, de nuestras decisiones, de nuestros esfuerzos, de lo que hacemos o no, de lo que elegimos, de lo que hablamos, de lo que callamos… También dependerá mucho de los caminos que hemos ido recorriendo en el pasado y de aquello que nos hemos ido labrando (relaciones personales, familia, trabajo, nuestra propia paz o desequilibrio…) desde que prácticamente vinimos a este mundo.
En otra gran medida, lo que ocurra este año también dependerá de muchos otros factores sobre los cuales no tenemos apenas control. Así nos lo muestra esta pandemia imprevisible que ha condicionado la vida de todos. Nos sirve para sentir claramente que, en pleno siglo XXI, nuestra interdependencia como sociedad, como humanidad, es todavía muy parecida a cuando vivíamos en cavernas y nos defendíamos de los peligros como una tribu: todos a una.
En Proyecto Hombre somos consciente de ambas cosas. Por un lado el tremendo poder que tenemos como personas, como seres humanos, para poder cambiar nuestro propio destino y, a la vez, la enorme necesidad que tenemos unos de otros. Las pequeñas y grandes dificultades en la vida, como personas, son menos grandes o más asequibles cuando nos dejamos acompañar.
En este Club llevamos años demostrando que no hay ningún destino fatal para las personas con problemas de adicción
Todos necesitamos, en algún momento de nuestra vida, una segunda oportunidad, un nuevo comienzo, una hoja en blanco sobre la que reescribir un guion de vida que, quizá, no nos está gustando demasiado o no nos hace sentir realizados o felices. Y ahí, en ese momento, es bueno tener a alguien a quien recurrir para que nos acompañe, nos asesore o, simplemente, nos empuje de vez en cuando.
Víctor un día encontró su casa vacía. Su pareja y la hija de ambos se habían ido. No pudieron aguantar más las consecuencias de la adicción al juego de Víctor, sus constantes cambios de humor, la quiebra de la economía familiar, la desatención emocional hacia ambas… Víctor necesitaba una segunda oportunidad. Hoy, tras meses de mucho esfuerzo en el programa ambulatorio de Proyecto Hombre La Rioja trabajando el ámbito personal y también como pareja y padre, ha conseguido recuperar el control de su vida. Siente que, quizá, si todo sigue así, esa segunda oportunidad que le dio la vida (y su pareja, su hija, la sociedad y Proyecto Hombre) se puede convertir en estabilidad y en la posibilidad de ser felices él y su familia.
Nuria pensó que nunca podría entenderse con su padre. La distancia entre ambos era enorme. Ella, con sus 17 años, se sentía mejor con sus amigos, en la calle, alrededor de una botella de cerveza y dando alguna calada a un cigarro primero y a un porro después. Su madre trataba de ayudar, pero al final todo se deterioró: la relación entre sus padres y la de la joven con ambos. Tanto Nuria como sus progenitores tuvieron su segunda oportunidad, ayudados por los profesionales del programa Reconecta de Proyecto Hombre La Rioja. No fue fácil volver a encontrarse, pero hoy pueden decir que están mucho más cerca y que todos se sienten cómodos en el mismo barco, el de la familia, para este viaje que es la vida.
Damián no tenía problemas; lo que sí tenía era mucho tiempo. Recién jubilado, se planteó esta nueva etapa de su vida como una nueva oportunidad para descubrir y descubrirse, para dar y recibir, para salir y encontrarse con personas y nuevas experiencias, para aprender y compartir lo que él llevaba dentro. Decidió hacerse voluntario en Proyecto Hombre y allí pudo compartir no solo tiempo, sino también conocimientos y emociones que ni sabía que llevaba dentro. Tuvo la oportunidad de conocer a otro Damián junto a otros muchos voluntarios de todas las edades y condiciones. Todos colaboran estrechamente con las personas que en los diferentes programas se esfuerzan por dar un vuelco a unas vidas hasta hace poco hundidas por una adicción. El testimonio de Damián y el de los usuarios de Proyecto Hombre se alimenta y se enriquece mutuamente. Al final, no se sabe quién da y quién recibe.
Y así podríamos relatar otras muchas historias de personas que han decidido darse una nueva oportunidad en la vida. Precisamente, nuestra campaña para atraer voluntarios/as, socios/as y donantes trata de eso, de nuestra esencia: somos el Club de las Segundas Oportunidades. En este Club llevamos muchos años demostrando que no hay ningún destino fatal para las personas con problemas de adicción. Al contrario. Si tienes quien te brinde esa segunda oportunidad, puedes escribir lo que tú desees en el libro de tu vida.
Seguro que este año 2022 también será un buen momento para que, entre toda la sociedad riojana, no dejemos a nadie atrás y les demos a muchas personas la oportunidad que necesitan.